Ariel Schale, Director Ejecutivo de Pro Tejer

Ariel Schale, Director Ejecutivo de Pro Tejer

En el panel de apertura Ariel Schale, director ejecutivo de la Fundación ProTejer, destacó que “el sector textil puede generar 500 mil puestos de trabajo en la próxima década si el Estado lo acompaña”.

El economista brindó un estado de situación del mercado local y del contexto internacional, y sostuvo que “la cadena de valor ha crecido en estos 12 años un 165%, lo cual convierte en el cuarto bloque de crecimiento, por debajo de la industria automotriz”, y agregó que “el sector generó 200 mil puestos de trabajo desde el 2002”.

A su turno, la Lic. Julieta Loustau, economista Jefe de la Fundación ProTejer, sostuvo que “las estadísticas oficiales muestran un panorama bastante negativo, pero contrastan con lo que nos comentan las empresas, en la última encuesta realizada en agosto/septiembre, donde el 56% sostuvo que el nivel de actividad aumentó, el 32% aumentó su dotación laboral y el 22% aumentó sus exportaciones”.

Julieta Loustau, economista de la Fundación Pro Tejer

Julieta Loustau, economista de la Fundación Pro Tejer

La economista afirmó que “el año termina con 3 mil millones de dólares invertidos desde el 2002, gracias a un esfuerzo de todos los eslabones que participaron y aumentaron entre 4 y 21 veces las inversiones que realizaban en 2002”.

Por otro lado, Schale alertó que “Argentina tiene un problema de trabajo informal del 30%, que si bien en el sector textil es menor, es un problema importante en el eslabón de la confección. Hay que fortalecer el trabajo formal. Nuestra visión es que de acá a 5 años el eslabón sea otro, estamos realizando un trabajo muy fuerte con las instituciones; sobran propuestas y son todas aplicables”.

“Tenemos que terminar con la lógica de las microunidades escondidas, talleres clandestinos, y enfocarnos en el mercado enorme que hay en el mundo que desean consumir prendas de vestir que no estén manchadas con sangre”, aseguró. Asimismo reafirmó que “el sector puede crecer con políticas públicas que no necesitan mucha exigencia, sólo una decisión persistente a favor de la industria por parte del Estado”.

Con respecto a las importaciones, el director ejecutivo alertó que “Argentina importa 1.400 millones de dólares al año de producción textil, y que de ese monto 1.000 millones los podemos sustituir con industria nacional”.

“Calculamos que entre 2002 y 2014 se importaron US$ 11.000 millones que podríamos haber producido nosotros”, destacó y exigió una “política de administración del comercio que nos permita fabricar esos productos que ahora ingresan y son un sustituto de industria nacional”.

Además, el director sostuvo que la industria se ve afectada por las operaciones de importación no registradas. “Solamente en 2014 hubo 200 millones de dólares gastados en importaciones desde China que no fueron registradas. Venimos trabajando con Aduana para controlar esto y lo seguiremos haciendo conjuntamente”.

“El Poder Judicial debe contribuir con las políticas que aplica el Ejecutivo. Las importaciones de tejido de punto en estos 7 meses fueron de 23.000 toneladas y nosotros podemos producirlas con nuestra capacidad”. Advirtió y criticó que “14.000 entraron amparados por los jueces, por medio de contrabandistas que viven al amparo de éstos”.

“Cada vez que un juez hace esto está desamparando a nuestros trabajadores, a nuestra industria textil, y nosotros desde la Fundación lo vamos a seguir denunciando y vamos a seguir pidiendo la acción del Gobierno”, disparó.

Puntualizó que la Fundación Protejer realizó una encuesta que reveló que la principal fuente de financiamiento en la mayoría de las empresas fueron los fondos propios.

“Es muy bajo el porcentaje de empresas que recibió financiamiento de la banca privada”, explicó la economista Julieta Loustau. “Consideramos que hay que ampliar las herramientas de financiación a largo plazo. El sector requiere de un régimen accesible para la importación de bienes de capital usados y líneas de financiamiento de tasas bajas para capital de trabajo”, concluyó.

Schale completó esta idea y sostuvo que “se requiere una macroeconomía ordenada que instale un sistema de incentivos a favor de la industria nacional”. “Nosotros tenemos una artillería de políticas, pero hay una necesidad de nuevas políticas fiscales, hay que aliviar la carga impositiva de nuestras PyMEs, ya que sin rentabilidad no hay industria y los impuestos se están comiendo nuestra rentabilidad”, puntualizó.

“Hay una crisis de rentabilidad: la riqueza que generamos se la quedan otros sectores. De 1.000 pesos vendidos, sólo 140 pesos vienen para nuestra industria. Lo demás se lo lleva el Estado en impuestos, se va en costo de locación, costos financieros, publicidad, etcétera”, concluyó.
 


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